Costarricenses en Panamá
María Isabel Sanabria Piedra
La señora María Isabel Sanabria Piedra es una costarricense oriunda de Cartago y estudió Administración de Empresas del Tecnológico de Costa Rica. Ella llegó a Panamá en el mes de diciembre de 1999 en compañía de su esposo panameño y su hijo de siete años, su hija mayor se quedó por un tiempo en Costa Rica mientras terminaba el quinto año del colegio. Nos comenta que el venir a Panamá fue una decisión familiar, pues su esposo obtuvo una buena oportunidad laboral.
Nos comparte que en sus primeros meses de residir en Panamá le fue un poco difícil adaptarse debido a varias razones, como el clima, movilización, costumbres, atención, el cambio de escuela de su hijo menor y los panameñismos utilizados en los comestibles, ejemplo de ello es la famosa y deliciosa carne desmechada en Costa Rica, la cual acá en Panamá se le conoce como “ropa vieja”. No obstante, comentó haber recibido mucha ayuda por parte de la familia de su esposo y de unas amigas panameñas; hecho que le permitió adaptarse de una mejor manera al cambio.
Como anécdota cuenta que en una ocasión visitó la Embajada de Costa Rica para realizar algunas consultas y allí le comentaron la existencia de una asociación denominada “Asociación de Damas Costarricenses y Panameñas”, la cual se reunían de manera periódica, en donde los costarricenses residentes en Panamá compartían lazos de amistad y fraternidad; aprovechando esta información ese mismo día se puso en contacto y empezó a formar parte del grupo.
Menciona que, la Asociación de Damas Costarricenses y Panameñas se encargaba de realizar actividades (bingos, ventas de comidas, rifas, etc.) para recoger dinero y colaborar con las personas enfermas, así como, ayudar a los costarricenses privados de libertad en Panamá con la compra de implementos básicos de higiene personal, canastillas, el 15 de agosto y celebración del día de la independencia con concurso de faroles, siempre contando con la colaboración de la comunidad costarricense y de empresas ticas y panameñas.
De manera jocosa recuerda que en una ocasión participaron en un reportaje sobre recetas de comidas típicas costarricenses en la famosa revista panameña denominada: “Ellas”, en donde ella participó con la receta de la “papa rellena”.
Fue miembro de esta asociación por más de seis años, por lo cual siempre conserva un gran aprecio por ella, pues le permitió tratar con personas con sus mismos gustos, tradiciones y creencias; enfatiza que en la actualidad algunas de estas damas se siguen reuniendo anualmente con el objetivo de organizar la celebración del día de la Virgen de los Ángeles, patrona de Costa Rica (2 de agosto) ofreciendo un brindis a los participantes con la colaboración de la parroquia Nuestra Señora de los Ángeles en Panamá.
En su opinión, lo que más le ha impactado de Panamá ha sido su cambio exponencial a través de los años en materia de crecimiento inmobiliario y en movilidad terrestre, pues recuerda que antes visitaba la Avenida Central y Calidonia, por donde está el famoso “Machetazo”, pues eran considerados lugares turísticos y de compras, no obstante, ahora con la gran cantidad de centros comerciales y edificios en la ciudad, es una zona que ya no es tan frecuentada; también dice que le gusta visitar “Los Pueblos”; en la cercanía de este centro comercial se encontraba prácticamente deshabitada, sin embargo, en la actualidad en dichas zonas se han construido muchos residenciales, edificios, centros comerciales y plazas. Por último, la construcción de corredores, amplias carreteras, el cambio de buses diablos rojos a metro bus, la implementación de la línea 1 y línea 2 del metro; han acortado distancias y permitido mejorar el acceso a todos aquellos lugares que anteriormente se consideraban lejanos de la ciudad; por ejemplo las mejoras en las carreteras han sido a lo largo de todo el país.
Desde su experiencia, considera que ambos países se complementan, empezando por su gente, pues tanto unos como otros son personas muy alegres, en donde resalta el gusto por la música y el baile por parte del panameño; aunado a ello, otra de las razones por las cuales rescata esa complementariedad es la facilidad del comercio, el turismo y la movilidad entre ambos países, esto gracias a que tanto panameños como costarricenses pueden visitar ambos países sin necesidad de una visa migratoria.
Nos comparte que actualmente forma parte de un grupo llamado “Ticas PTY”, compuesto por más de cuarenta mujeres costarricenses, en donde realizan actividades de bien social y recreativas (desayunos típicos, celebración del día de la madre, entre otros), a su vez, tienen un grupo de baile folclórico, el cual participa en distintas actividades de manera gratuita en colaboración con la Embajada con el objetivo de promocionar el baile y la cultura costarricense en Panamá.
En conclusión, afirma que el objetivo principal de este grupo es ayudar y acompañar a todos aquellos costarricenses que residen en Panamá. Para finalizar comenta que apoya al consulado y la embajada con el proyecto “Programa Cívico Cultural” de educación cívica para los niños costarricenses y residentes en Panamá de 6 a 15 años.